“Digamos que si tuviera que definir la crianza de mis hijos en una palabra, esta sería “RESPETO”. Luego vendría el “roce” y a partes iguales: “amor” y “libertad” Armando Bastida
Armando Bastida es padre de tres niños (de 11, 8 y 4 años) y enfermero de pediatría en el Centro de Atención Primaria EST de Terrassa.
Por si eso fuera poco, lleva más de diez años divulgando una crianza respetuosa, con apego y sentido común. Lo hace a través de su propio blog y también publicando regularmente en Bebés y más, el portal de maternidad y crianza líder de audiencia en este sector, donde con más de 3.500 artículos nos da su visión de una crianza más presente y consciente.
Como él siempre comenta, al tener su primer hijo su escala de valores entró en la centrifugadora y lo que estaba arriba, pasó a estar abajo. Te suena, ¿verdad?
Se dio cuenta que, aunque sus padres lo criaron con mucho amor y cariño, el estilo de educación autoritario que recibió no era lo que deseaba para sus hijos. Así que empezó a informarse y a formarse para aprender todo lo relacionado con la salud infantil, la lactancia, la alimentación y la educación de los más pequeños.
Decidió aplicar todos esos conocimientos no sólo a su vida personal y profesional, sino también a ayudar a aquellos que, como él, se sintieron perdidos al emprender el difícil pero siempre reconfortante camino de la paternidad/maternidad.
Armando cree firmemente que, a pesar de los tiempos modernos, otra educación es posible.
Asegura que “una crianza basada en la comprensión de los ritmos, las necesidades y aprendizajes del bebé puede ser clave para dejar atrás la ansiedad y abrazar un modo de vivir la paternidad y maternidad más divertido, más paciente y de mayor disfrute”.
También reivindica el papel del padre en la crianza, y eso nos encanta.
Con todo, no podemos estar más contentas de tener a Armando Bastida en nuestro primer Encuentro “Crecer sin Prisas” bajo el título “Criar con sentido común”, porque él encarna todos los valores que pretendemos promover con este proyecto: educar respetando al niño, respetando sus ritmos, sus intereses, sus necesidades,… así como devolver a los niños el tiempo que se merecen para jugar, crecer, aprender, experimentar,… y disfrutar del día a día junto a nosotros.
¡Gracias Armando por acompañarnos en este camino!